CAMINA O QUEDATE

Bienvenido a un territorio que no conocías.

Al de la desilusión, al de la impotencia, al de la falta de fuerzas.

Tú, que te creías capaz de todo. Tú, que veías con ilusión el avanzar despacito.

Ahora te ves en el suelo, sin nada. Sé que sabes de qué trata.

Sé que a tí también te ha pasado. O incluso te está pasando.

Si no es así, un día te pasará. No lo dudes.

Aunque pienses que no, no existe un forever que sea para siempre.

El cómo, será variado. De colores, olores y sabores distintos para cada uno.

Pero al final, todo es igual. La desilusión, la impotencia, la rabia. La estupidez.

¿Me sigues? Estás jodido.

Camina rápido. Y deja atrás todo aquello que pueda hacerte más daño.

Eres inocentemente culpable. Culpable de ser inocente. Pero culpable, al fin y al cabo. Estás jodido y puedes despedirte de todo. ¿Crees que se puede arreglar? Puede que sí. Pero también puede que no. Si sigues pareciendo culpable, lo serás. Y aunque no lo parezcas; si te siguen viendo como culpable, estás jodido. Corre o quédate. Pero no hay forevers que duren demasiado.

Te creías que la mierda que habías hecho hasta ahora te serviría. Y no te sirve porque esta mierda es diferente. Nunca estuviste a este lado de la frontera. Y ahora que estás, sabes lo que se siente. Y te das cuenta que no conocías tanto este lado. Y estás jodido. Pero bueno. Todo tiene solución menos la muerte, dijo alguien mucho más listo que tú. Y alguien que también acabó jodido. Pero todos acabamos igual. Así que, camina rápido. O quédate. Decide.