Mirar atrás y entonces
decidir si un año es bueno o malo no es tan fácil como parece. Ver todos los
que empezaron el año a tu lado y no lo acabaron junto a ti. Ver a los que se
fueron incorporando por el camino. Pensar en lo que te preocupaba en enero y
darte cuenta que cuando llegó abril lo tenías todo claro. Ha sido tiempo de reír,
llorar, cambiar, volver a cambiar, caerte, levantarte, aprender, recordar,
olvidar…
Ahora puedo decir que he
vivido algunos de los mejores momentos de mi vida, y aunque también ha habido malos
ratos… no cambiaría nada! 2012 se nos va, y hay que decir que no precisamente
por el fin del mundo… Qué pedirle a 2012? Que me traiga un 2013 con todo lo que
necesito y sin todo lo que me sobra.
La suerte al final solo
depende de cada uno, de cumplir sueños. No cometer los mismos errores. Los comienzos
de año son como un lunes gigante. Sí, ese famoso lunes con su típica frase… ‘’el
lunes empiezo’’. Pero la verdad es que todo está en uno mismo. Y bueno, yo
seguiré aquí, con los pensamientos revueltos y algunas palabras no tan claras…
Pero sobretodo seguiré aquí, pensándote.