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miércoles, 9 de octubre de 2013

Quizás

¿Así que aquí se acaba todo? Me hubiera gustado que durase un poco más… el amor es como una máquina, y si no sabes usarlo se descompone. Fue lo que nos pasó a nosotros, no supimos cómo manejar el amor, y míranos… estamos aquí tratando de decir adiós, sin quererlo decir pero sabiendo que es lo mejor. Quizás ni siquiera fue el problema de nosotros, quizás el momento en el que nos encontramos fue el problema, quizás no estábamos listo el uno para el otro. Y si esto fuera cierto me hubiera gustado verte o conocido en otro momento, con otras circunstancias… Quizás con menos problemas, con un mejor humor, con la capacidad de poder entender y superar nuestras diferencias. Quizás si fuéramos más tolerantes podríamos entender lo que no nos gusta del otro, quizás si hubiéramos tenido la capacidad para poder detonar sonrisas y crear mejores momentos entre nosotros, quizás si hubiéramos sido más pacientes y nos hubiéramos dado tiempo para hablar de la relación, de cómo nos sentimos. Si hubiéramos sido un poco inteligentes para callarnos en el momento en que debimos haberlo hecho. Quizás… si hubiéramos sido de diferente manera no estaríamos aquí hoy, despidiéndonos de esto.

O tal vez irremediablemente no estábamos destinados a estar juntos, y creo que eso fue lo que nos pasó, nos enfocamos tanto en parecer ser la pareja perfecta que no nos dimos cuenta de que no lo éramos. Me exigías y te exigía ser lo que no eras, nos aferramos a que las cosas funcionaran. Cuando uno se aferra deja de ser amor para convertirse en capricho, y yo no quiero ser eso de ti, y no quiero que tú lo seas de mí.

Creo que en algún lugar del mundo debe existir alguien que nos quiera así como somos, que acepte nuestras diferencias, se enamore de nuestros defectos y nos ayude a ser mejores. Quisimos hacer eso con nosotros, pero no pudimos, y en nosotros no quedó, hicimos lo que pudimos, lo que creímos necesario para salvar esto. No te pierdo ni me pierdes, porque uno no puede perder algo que no le pertenece, no eres mío, no fuiste mío y no lo serás. Eres alguien que vale más de lo que yo te puedo dar, de lo que yo puedo o se valorar… Así que digamos adiós sin rencores, caminemos cada quien hacia su camino, y quedémonos con las cosas buenas, y aprendamos de lo malo. Y si de casualidad nos encontramos en una próxima vida, tratemos de no cometer los mismos errores, tratemos de encontrarnos en el mejor momento, de ser la persona que el otro necesita, seamos un poco más sensatos y un poco menos orgullosos. Adiós.

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