El amor es bien raro… te emociona,
te altera… luego te confunde, después vuelves a enamorarte más. Insisto, el
amor es raro! Es arte… El amor, sí, el amor. Aquella droga de misterio, que
hace que te caigas y aprendas una y otra vez: a levantarte! Y aunque te cambia,
sigue siendo la mejor medicina.
Y aquí estoy, tomando la mejor
opción, me di cuenta de que fuiste tú una vez más. En mis sueños… cómo
olvidarlo. Tú con tus grandes ironías y yo jugando con las energías.
Sinceramente no sé si lograremos que dure todos años que nos depara la vida,
pero no dudaría que quiero que sea así. Y si desaparecieras, tampoco dudaría en
buscarte. Eres tú con mil cosas en la mente. Y soy yo queriendo ayudarte. ¡Sé
al final lo lograré!
Sensaciones cuando hablo sobre
ti. Sensaciones que Benedetti entendería, ningún siquiatra analizando tu
psicología. Tu manera tan especial de ser. Lo interesante de esto es… que no te
quiero perder. No hace falta mencionar todos los poemas que te escribí, que…
siguen sin ver la luz.
Y es que llegan las 3 a.m. otra
vez… y noto que todos los sueños lucidos y toda la travesía mental comienzan…
Que un día te conocí, lo analicé y no dudé en confesarlo todo. ¡Quererte cerca
no es delito! ¡Déjame gozar de la anarquía! Olvídate de las promesas no
cumplidas, vuélvete loco al pensar en nosotros… Fíjate en el reloj y analiza. Otra
vez pasó, es la hora en la que nos conocimos. Que nunca es demasiado tarde para
empezar de nuevo.